Campesinos de Honduras: les roban la tierra, les quitan la vida
Por: Autor invitado | 07 de febrero de 2013
Por Gilda Silvestrucci. En menos de tres años han sido asesinados 87 hondureños, miembros de diferentes movimientos de recuperación de tierras en una de las zonas más productivas del país.
Uno de los tres campesinos asesinados hace dos días. La fotografía fue tomada por un testigo del crimen.
Tegucigalpa, Honduras. El conflicto por la tierra inició en el año de 1996 cuando los pobladores de la zona del Bajo Aguán (ubicado en el departamento de Colón, a 218 kilómetros de la capital) conocen que, a través de los cambios a la Ley de Reforma Agraria, sus tierras habían pasado a manos de terratenientes.
Anteriormente había limitaciones de extensión en adquisición de propiedades para los compradores más poderosos de la zona. Sin embargo, con la nueva normativa el techo se extendió y fácilmente convencieron a los pequeños propietarios para que vendieran sus tierras a precios irrisorios, asfixiados por la situación económica y los pocos recursos para producir.
En respuesta a esto, en 2001 inicia la organización de más de 5.000 personas que se agrupan en el Movimiento Unificado del Aguán (MUCA), con lo que también se empiezan a registrar los primeros asesinatos en la zona.
La organización fue creciendo, y a su vez las víctimas de asesinatos. Pero la situación agudiza el 9 de diciembre de 2009, cuando 2.500 familias campesinas afiliadas a 26 cooperativas campesinas integrantes del MUCA iniciaron un proceso de recuperación de las 20.000 hectáreas que reivindicaban como propias: ¨Desde ese momento empezó para nosotros la persecución, matan a nuestros compañeros a toda hora del día y sabemos que los victimarios son los guardias de seguridad de Miguel Facussé y René Morales, pero las autoridades no hacen nada por investigar¨, relata Vitalino Alvarez, portavoz del MUCA.
Para Álvarez, la situación ha empeorado desde el año 2009, cuando se da el golpe de Estado (28 de junio). ¨Entre enero 2010 y febrero 2011 nos mataron a 25 compañeros, incluyendo al periodista Nahum Palacios, quien defendía el derecho a la tierra en sus programas de televisión, y sabemos que por eso lo mataron, por defendernos¨.
Los registros hasta el momento, en cuanto a muertes violentas, llegan a 87. La mayor parte de ellos en los últimos meses de 2011 y todo el 2012, aunque se decretó emergencia en la zona por parte del Gobierno.
En Junio de 2012, el Presidente de Honduras, Porfirio Lobo, nombra en Consejo de Ministros la ¨Operación Xatruch¨, integrada por militares y policías, quienes llegarían a la zona del Bajo Aguán para realizar operativos de desarme. Sin embargo, las muertes han seguido en aumento.
¨Muchas veces los guardias de seguridad de los terratenientes se hacen acompañar por los militares y los policías y nos intimidan, se meten a nuestras propiedades sin que nosotros podamos defendernos¨, relata Álvarez.
Para el dirigente de la Vía Campesina Internacional Rafael Alegría, la situación en el Aguán es crítica y no se identifica voluntad por parte de las autoridades de Gobierno para resolver el conflicto, pese a que el Estado ha facilitado un préstamo para comprar unas 4.000 hectáreas que fueron adquiridas a un precio unitario de 135.000 lempiras (27 millones de dólares en total) al terrateniente Miguel Facussé, quien compró a 10.000 lempiras cada hectárea (dos millones de dólares).
Esta cuenta, dice Alegría, tendrá que ser pagada por los campesinos a las instituciones bancarias con intereses que podrían llegar a dos mil millones de lempiras en cinco años, poniéndoles en riesgo, al no contar con dinero, de volver a perder dichas propiedades.
Por otro lado, hay más de 5.000 familias que todavía esperan la recuperación de sus predios. El Estado aún no tiene una respuesta, que podría facilitarse si el Congreso Nacional aprobara la nueva Ley de Transformación Agraria, que fue sometida a dicho poder del Estado a finales de 2011.
La Ley Agraria vigente facilita la propiedad de cualquier cantidad de tierra a pocos dueños que tienen la capacidad para comprarla, y con la productividad de la zona del Valle del Aguán esto se convierte en un atractivo para los empresarios, quienes generan ingresos millonarios a través de las exportaciones de aceite de palma.
El Aguán cuenta con una extensión de más de 760.000 hectáreas. En unas 120.000 de ellas se cultiva palma africana que genera el 70 por ciento de la producción nacional de aceite de palma (más de 300.000 toneladas métricas de aceite).
Recientemente, en menos de 24 horas fueron asesinados los campesinos Manuel Antonio Perez (27 años), Juan Perez (41 años) y Willians Alvarado (23 años). Todos ellos dirigentes de los movimientos organizados del lugar. Ante ello y la impunidad en la que se mantienen las otras 84 muertes, la dirigente culpa a las autoridades de Gobierno y anuncian demandas internacionales para lograr justicia.
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