UN CUADERNO DE REFLEXIONES PARA EL VOLUNTARIADO.

lunes, 26 de marzo de 2012

La historia del apadrinamiento comenzó en la Guerra Civil Española

El concepto de apadrinar levanta pasiones y rechazos casi en la misma proporción. Sea como fuere el apadrinamiento en España mueve decenas de millones de presupuesto al año dirigidos a ayudar a varios millones de personas repartidas por todo el mundo. Y todo esto tuvo su origen en España, durante la guerra civil, hace 75 años…
Según la ONG PLAN, que hoy celebra su 75 aniversario*, la idea del apadrinamiento surge del periodista británico John Langdon-Davies, uno de los cuatro fundadores de esta organización que sólo en España cuenta con 42.000 padrinos.
Durante uno de sus viajes a España en 1936 Langdon-Davies encuentra a un niño de cinco años con un cartel prendido a la ropa escrito por su padre. “Este es José y yo soy su padre. Cuando Santander caiga, estaré muerto. Quien quiera que encuentre a mi hijo, le ruego que cuide de él en mi lugar”. Tocado por esta experiencia el periodista concibe la idea de crear casas de acogida para los niños huérfanos o con padres en el frente, usando fondos donados por ciudadanos británicos que se convierten en “padrinos” de esos niños.
En 1937, con el apoyo del gobierno español, nace la primera colonia de niños refugiados en Puigcerdá. A principios de 1938, las distintas colonias albergan cerca de 300 niños. Cataluña no se puede hacer cargo del cerca de millón de desplazados que huyen de Málaga, Madrid y el País Vasco. Todo el dinero para hacer frente a esta situación proviene de campañas de recogida de fondos desarrolladas en Reino Unido y Estados Unidos basadas en el concepto de apadrinamiento concebido desde el ángulo de la bilateralidad: “La idea de un “padre de acogida” que a pesar de la distancia les escribe cartas y se comunica con ellos, resulta vital para estos niños. (...) Todos (los niños) se arremolinan entorno a mí y me preguntan por la profesión de ellos (los padrinos)…Un niño me dijo que le habían mandado un regalo pero que lo que él quería era una carta. `Eso es lo más importante para mi´, me dijo-" Langdon Davis (1938).
Acabada la guerra civil se desencadena la segunda guerra mundial y los apadrinamientos bajo este formato serán claves en Reino Unido. La organización PLAN asegura que en septiembre de 1941 contaba con 25 colonias en Reino Unido con más de 1.000 niños de todas las nacionalidades. Tras el fin de la Guerra Mundial las colonias británicas comienzan a cerrarse aunque la última permanecerá abierta hasta 1957.
En España la primera organización dedicada al apadrinamiento de niños y niñas de países del Sur es Ayuda en Acción que nace en 1981. Convencido de que en España debía existir una ONG de apadrinamiento, Rip Hodson, fundador de la ONG ActionAid, y colaborador de Vicente Ferrer en Anantapur, invitó a Gonzalo Crespí de Valldaura, a que viajará a la India para presentarle el proyecto. Tras conocer a Vicente Ferrer y su trabajo, Crepi decidió apostar por esta nueva forma de cooperación que permitía un desarrollo sostenible y a largo plazo.
En los años 80 y 90 Ayuda en Acción tuvo un crecimiento exponencial y se fundaron más ONG de apadrinamiento en España. Más tarde surgieron las primeras críticas que consideraban que el apadrinamiento tenía una visión asistencialista de la ayuda y que era una técnica de marketing en la que se utilizaba la imagen del niño solamente para recaudar. En 2007, el escándalo de Intervida volvió a cuestionar a las ONG y más concretamente al sistema de apadrinamiento.
Preguntada sobre por qué en ese momento las organizaciones siguen apostado por un modelo tan puesto entre dicho Patricia Moreiras, directora de Ayuda en Acción explica:
“El apadrinamiento es la expresión de nuestro trabajo y una forma de explicar algo mucho más complejo. En la imagen del niño o la niña, se refleja cómo crece y se desarrolla la comunidad. Los niños son interlocutores directos, con los que se establece un vínculo emocional pero también de reconocimiento, respeto y aprendizaje mutuo entre dos realidades de un mismo mundo que se necesitan mutuamente. Los padrinos y madrinas mejoran su calidad de vida puesto que la relación no es de donante a receptor y sino una relación bidireccional, que aporta y enriquece en ambos sentidos. El apadrinamiento te permite crear un vínculo solidario en el que puedes profundizar hasta donde quieras (puedes comunicarte, puedes viajar, conocer directamente la realidad de la comunidad y al niño, colaborar como voluntario en terreno, etc.).”
Ayuda en Acción por si sola, cuenta con 150.000 padrinos en España, maneja un presupuesto anual de 50 millones de euros con los que ayuda a casi 4 millones de personas al año a través de proyectos que tienen una duración de entre 10 y 15 años. Con estas cifras no hay duda de que el sistema de apadrinamiento sigue funcionando 75 años después.