UN CUADERNO DE REFLEXIONES PARA EL VOLUNTARIADO.

jueves, 10 de mayo de 2012

El fin del comercio descontrolado de armas

Esta entrada ha sido escrita por María del Pozo, responsable de Política Exterior de Aministía Internacional. Rusia ha bloqueado numerosos esfuerzos internacionales para detener las violaciones masivas de derechos humanos en Siria, y entre otras cosas no ha permitido la adopción de un embargo internacional de armas a este país. Mientras tanto, las cifras de muertes siguen creciendo. El hecho de que Rusia sea el principal suministrador de armas a Siria que exporta a ese país el 10% de su producción ¿ha podido influir? Cada minuto muere una persona en el mundo a consecuencia de la violencia armada. Cada año millones de personas resultan muertas, heridas, violadas, reprimidas y se ven obligadas a huir de sus hogares. Las transferencias irresponsables y sin control de armas convencionales en todo el mundo contribuyen a la pérdida de millones de vidas y medios de sustento. En la práctica estas son las auténticas armas de destrucción masiva. Los mecanismos para el control de armas vigentes a nivel nacional, regional y multilateral son deficientes y tienen tales agujeros que permiten que Estados y otras partes sigan comerciando con armas de forma irresponsable e impune. Sin embargo, ahora se puede abordar por fin la carencia de normas internacionales que regulen de forma adecuada el comercio y las transferencias de armas convencionales. Los Estados miembros de la ONU se reunirán durante el mes de julio en Nueva York para negociar un texto definitivo de un Tratado Internacional que regule el comercio de armas. El objetivo es muy obvio: impedir que en Siria se siga tiroteando con armamento ruso, que los civiles de Libia hayan sido víctimas de bombas de racimo españolas o que los manifestantes egipcios sean reprimidos con material antidisturbios enviado por EEUU. Hay que poner fin a la devastación que el uso indebido de esas armas inflige a la vida de la población civil. No vale cualquier tratado, necesitamos un tratado que salve vidas. Un tratado que mande un mensaje claro y contundente a los gobiernos: no se podrán autorizar exportaciones de armas cuando exista un riesgo sustancial de que sean usadas para cometer o facilitar violaciones de derechos humanos o de derecho internacional humanitario. Un tratado que cubra todas las armas y productos conexos, sin exceptuar materiales que a ciertas empresas pueda interesar seguir vendiendo impunemente. Un tratado que no sea un colador y tome de una vez por todas el control de este agujero negro. El Gobierno español, al igual que el resto de estados miembros de la UE y algunos países africanos y de América Latina, de momento apoyan la adopción de un tratado sólido. Es fundamental que mantengan una postura firme y no decaigan frente a las más que previsibles presiones de EEUU, China y Rusia que buscan debilitar el texto y convertirlo en papel mojado. El mundo necesita que en julio los gobiernos hagan historia, incluyan parámetros firmes en materia de derechos humanos y adopten, con tu ayuda, ¡un tratado a prueba de balas!

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