La heterogeneidad que caracteriza al conjunto de los países que forman la UE tiene también su reflejo en el campo del voluntariado. El porcentaje de la población que dedica su tiempo libre a estas actividades varía mucho de unos Estados a otros. Son muchas las circunstancias que influyen, desde los acontecimientos históricos recientes hasta la situación socioeconómica de cada lugar.
En España hay más de cuatro millones de voluntarios (el 9,3% de la población). Es una cifra pequeña si se compara con la del Reino Unido, donde en 2007 se contabilizaban cerca de 18 millones (casi un tercio de los británicos), o con Holanda, el país que porcentualmente tiene más colaboradores altruistas (42%). Por otra parte, en España, donde los sectores mayoritarios son cultura, deporte y ocio, religión, educación y medio ambiente, participan más los hombres que las mujeres (regla que tiene su excepción en el sector de la acción social). La mayoría de los voluntarios españoles (el 42,6%) tiene entre 18 y 35 años.
Hay casos curiosos, como el de Polonia. Tras la caída del comunismo, el voluntariado se asoció a las prácticas propagandísticas del régimen dictatorial, por lo que tardó algunos años en encontrar aceptación social -ocurrió lo mismo en países como Hungría o Rumanía-. Lo consiguió sustentándose sobre todo en una juventud que lo vio como una forma de ganar experiencia laboral. Cuando esos jóvenes empezaron a emigrar o a encontrar trabajo en otros sectores, se redujo notablemente el número de voluntarios.
El deporte es el sector en el que colabora un mayor número de voluntarios en Europa. También las actividades relacionadas con servicios sociales, religión, medio ambiente, educación, cultura u ocio tienen un gran peso. Aunque existe bastante igualdad en cuanto a la asistencia ofrecida por hombres y mujeres, son más los Estados en los que hay una ligera ventaja a favor del sexo masculino. La edad de las personas que más participan en estas actividades también varía de unos países a otros. Una constante a nivel continental es que a mayor nivel educativo, mayor es la participación ciudadana en el voluntariado.
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